Messi y Barça, fútbol total
En una exhibición lujosa y contundente, el líder vapuleó a Real Madrid 6 a 2 y despejó el camino al título; el rosarino hizo dos goles y fue una de las figuras
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Festeja Lionel Messi tras anotar su segundo gol, el quinto del Barcelona Foto: AFP
Por Claudio Mauri
De la Redacción de LA NACION
No fue la primera sinfonía futbolística de Barcelona y seguramente no será la última. Pero la que ofreció ayer fue la más importante en lo que va de la temporada. Por el significado y la trascendencia. Con una exhibición de juego, toques y goles le pasó por encima a su mayor amenaza en la Liga de España. Fue hasta el Santiago Bernabéu, el patio de la casa de Real Madrid, al que paseó hasta marearlo con un rotundo 6 a 2. Dentro de un notable rendimiento colectivo, Lionel Messi descolló con dos goles, una asistencia magistral en el primer tanto de Henry y numerosas jugadas más, en las que combinó por igual su gambeta y explosividad con la capacidad para asociarse con compañeros que comparten el virtuosismo en el control de la pelota.
"Hay Liga" , les gustaba decir a los españoles sobre la afiebrada persecución de Real Madrid al líder Barcelona. El conjunto de Juande Ramos llegaba al derby en la situación más favorable de los últimos cuatro meses y medio: cuatro puntos por debajo, luego de haber quedado a doce cuando el conjunto catalán le había ganado en la primera rueda. Desde entonces, Real Madrid había triunfado en 16 de los 17 partidos disputados (sólo empató con Atlético de Madrid). Sin los recursos futbolísticos de Barcelona, hizo un esfuerzo tremendo para alcanzarlo, pero ayer se rindió ante el mismo verdugo que le había provocado la última derrota, el rival que dejó muy en claro cuál es el mejor de los dos gigantes de España. Por eso, desde ayer, ya "no hay Liga" , sino un tránsito fluido y cómodo de Barcelona hacia el título. Sacó 7 puntos cuando quedan 12 en juego.
El clásico respondió ampliamente a las expectativas. Fue un partidazo, un tributo al fútbol, un espectáculo para disfrutar. Un encuentro que certificó dos cuestiones que ya se vislumbraban en los últimos meses: Barcelona es el equipo que mejor juega en el mundo y Messi merece una consideración similar en el nivel individual. Por lejos, esta es la mejor temporada de Leo de las cinco que lleva en primera división. Consiguió la continuidad que otras veces no pudo a causa de los desgarros. Sumadas las tres competencias oficiales de Barcelona, acumula 36 goles (21 en la Liga), mientras que el total de los cuatro cursos precedentes es de 42 tantos. Y Real Madrid pasó a ser una de sus ilustres víctimas: en 2007 ya le había convertido un hat trick en un 3 a 3.
Messi fue decisivo sin ocupar la ubicación habitual. Otro mérito de este Barcelona, que no sólo deleita con su estilo, sino que también hace una adecuada lectura táctica. Para controlar a Messi, Real Madrid confiaba en Heinze por su rigor físico y el conocimiento que tiene del rosarino. Pero Messi no jugó de puntero derecho, sino que se corrió al centro, con orientación a la izquierda, sectores en los que aprovechó las espaldas de Lass Diarra y Gago, y enloqueció a Cannavaro y Metzelder con su movilidad y profundidad.
Como era de prever, el choque quedó planteado entre el juego directo de Real y el mucho más académico de Barcelona. Los locales se pusieron en ventaja con un impecable cabezazo de Higuaín, su futbolista más destacado en el torneo. Barcelona, que ya había empezado a desplegar la telaraña de pases y combinaciones con que suele atrapar a los rivales, respondió enseguida, a lo campeón. Messi "picó" la pelota por encima de la defensa para que Henry definiera con un suave toque cruzado, un sello registrado en el francés. Tres minutos después, Puyol aportó la potencia aérea con un cabezazo para el 2 a 1.
Messi dejó huella en el marcador con un milimétrico toque cruzado de zurda. A esas alturas, Gago no podía impedir que Xavi condujera a Barcelona, en compañía de otro socio calificado: Iniesta. No hay equipo en el mundo que tenga dos volantes tan creativos e inteligentes.
Hubo otro arresto de Real Madrid, con un cabezazo de Sergio Ramos (2-3). No hizo más que despertar la inspiración y voracidad de Barcelona, que descargó otros tres goles. Messi cambió la manera de definir: tras un amago, remató con pasmosa tranquilidad al poste más cercano de Casillas.
Barcelona llegó a los 100 goles (está a 7 del récord histórico de la Liga) y le infligió a Real Madrid en su cancha una cantidad de goles que no recibía desde 1931. Para presenciar algo mejor de lo que está haciendo Barcelona no hay que fijarse en otros equipos. Sólo hay que esperar que los muchachos de Guardiola se sigan superando a sí mismos.
Tras su primer gol, Messi mostró la remera que llevaba debajo de la camiseta, con la inscripción "Síndrome X Frágil". El argentino participa en la campaña para recaudar fondos para la asociación catalana que se dedica al estudio y prevención de esta enfermedad genética, que provoca deficiencia mental.
Dixit
"Hicimos un partido impresionante, con juego y goles. Demostramos que tenemos que ser campeones."
Lionel Messi"Cuando queríamos levantar la cabeza, nos aplastaban. Es fácil y simple decir que hicimos un pésimo partido."
Gabriel Heinze"Fue una noche muy bonita, no puedo negarlo. Dimos un paso muy, muy grande para ser campeones."
Pep GuardiolaUn boom mediático; Nalbandian, de espectador
Una amplia repercusión tuvo en España la histórica goleada de Barcelona sobre Real Madrid. Los medios catalanes, como Mundo Deportivo, destacaron la epopeya del líder de la Liga, mientras que los de Madrid, como Marca, hicieron hincapié en la debacle del equipo de Juande Ramos. En el Santiago Bernabéu estuvo David Nalbandian, que, recuperado de una lesión, desde mañana jugará en Estoril.
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